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El abandono institucional en Can Mata: ¿quién nos protege?

    La reciente comisión de seguimiento del vertedero de Can Mata y Ecoparc 4 ha evidenciado, una vez más, la falta de voluntad de las autoridades para imponer un control real sobre estas instalaciones. Los problemas que llevan años afectando la calidad de vida de los vecinos continúan sin resolverse, mientras que los responsables de la gestión y las entidades auditoras y sancionadoras se escudan en argumentos que rayan en la incoherencia.

    Uno de los puntos más indignantes de la reunión fue la afirmación de que no se enviarán inspectores ni topógrafos al vertedero para constatar los incumplimientos. Según los representantes de la administración, no pueden basarse en imágenes satelitales o drones para verificar el exceso de superficie explotada o el incumplimiento de la cobertura diaria de los residuos. Esta decisión, que no admite pruebas tan claras como fotos satelitales, demuestra un desinterés alarmante por la transparencia y por la verificación de los daños ambientales y de salud que este vertedero genera en nuestro entorno.

    La administración se excusa diciendo que las imágenes satelitales ofrecen solo un «momento puntual» de la situación, pero, ¿no es ese «momento puntual» precisamente la prueba de que se está operando fuera de los límites permitidos? Si en repetidas imágenes se observa que no se cubren los residuos al final del día, ¿no basta esto para tomar medidas? No solo se ignoran estas evidencias, sino que también se rechaza el uso de drones para medir el perímetro de explotación, argumentando que es «inviable» detener la actividad para hacer un levantamiento topográfico. Es irónico que, en una era donde la tecnología permite monitorear y medir a distancia con precisión, la administración prefiera cerrar los ojos a la realidad.

    La plataforma «Tanquem Can Mata» ha denunciado de forma reiterada estos incumplimientos y la falta de medidas efectivas por parte de la administración, que debería proteger nuestros derechos y no los intereses de las empresas gestoras. Las autoridades ambientales se limitan a exigir «pruebas» sin estar dispuestas a aceptarlas cuando se les presentan; una postura que perpetúa el problema en lugar de solucionarlo. Esta inacción ha llevado a la plataforma a plantearse llevar el caso ante la Presidencia de la Generalitat, el Síndic de Greuges y otros organismos de defensa del ciudadano. No podemos permitir que la salud de nuestras comunidades siga en segundo plano.

    La comisión de seguimiento también dejó claro que la situación de olores y contaminación persiste. Según los informes presentados, los problemas de olores y la afectación directa a los municipios colindantes son temas constantes, pero no se han tomado medidas para controlarlos de forma eficaz. A pesar de los estudios y las tecnologías disponibles, los vecinos siguen expuestos a una contaminación que no solo es una molestia, sino un riesgo real para la salud.

    Desde «Tanquem Can Mata» exigimos que la administración tome un rol activo y firme en la supervisión de Can Mata y Ecoparc 4, empezando por aceptar las pruebas satelitales y las tecnologías de control disponibles. No podemos seguir permitiendo que los responsables eludan su deber con excusas burocráticas. Es hora de que la administración y las entidades auditantes y sancionadoras respondan a nuestras demandas con acciones, no con palabras vacías.

    Este es un llamado a la ciudadanía para seguir apoyando nuestra lucha. La falta de compromiso y la postura ilógica de las autoridades no pueden frenar nuestro derecho a un entorno seguro y libre de contaminación. Tanquem Can Mata. ¡Por nuestro presente y el futuro de nuestras comunidades!