Entrevista publicada el el número 99 de la revista «Masquefa Batega«
¿Cuándo y por qué decidió formar la asociación?
La formamos en 2019, como respuesta al referéndum que realizó el Ayuntamiento de Hostalets de Pierola para la ampliación del vertedero. Recogíamos el relevo de una anterior plataforma ciudadana que había luchado desde los inicios de la creación del vertedero. La nueva asociación nos ofrecía la oportunidad de reorganizarnos y volver a tomar fuerzas para reivindicar el cierre del vertedero. Actualmente, integran la asociación cerca de 200 personas de las poblaciones de alrededor del vertedero. Nos dividimos en comisiones que trabajan distintos ámbitos y representamos a más de 70.000 personas afectadas. Nuestro objetivo es presionar a las instituciones y motivar la voluntad política para cerrar el vertedero. Invitamos a todo el mundo a conocernos, a aportar lo que pueda oa hacerse socio.
¿Cuáles son sus reivindicaciones actuales?
La reivindicación final es el cierre del vertedero de Can Mata, uno de los vertederos más grandes de Europa. Pero hasta que esto no ocurra, queremos que sean estrictas con el cumplimiento con las autorizaciones ambientales y que se tengan en cuenta las molestias sobre la ciudadanía. Últimamente, nos hemos opuesto a la tramitación de la ampliación del vertedero, cuyas alegaciones están en trámite, y actualmente estamos centrados en la difusión de información sobre el vertedero y sus efectos sobre la población. Uno de los últimos efectos que hemos detectado es una epidemia de moscas. También trabajamos sobre la gestión de los residuos: queremos llegar a un punto en el que no haya nada que gestionar, donde no se generen residuos. Por eso nos centramos en la reducción y la reutilización; el reciclaje debería ser una de las últimas opciones, mientras que la incineración o el vertido de residuos no deberían existir. Nuestro objetivo es dejar a las siguientes generaciones un espacio natural en el que disfrutar, en lugar de una montaña de basura. Que el territorio se gestione pensando en las personas y su salud, y no en las empresas y ganancias económicas.
¿Cuál es la situación actual del vertedero?
Estamos pendientes de su ampliación, que va con mucho retraso. Consideramos que casi ya no hay espacio para depositar más residuos, por lo que el vertedero está buscando la forma de seguir trabajando. Este julio, los gestores del vertedero hicieron lo que se llama acopio temporal, que consiste en el vertido de residuos en una zona que ya estaba clausurada. Nosotros consideramos que esto es una ampliación encubierta del vertedero. Además, sabemos que no se están cumpliendo las autorizaciones ambientales sobre el tamaño del vertedero, limitado en 4.000 metros cuadrados; y sabemos que no tapan los residuos durante la noche y el fin de semana, lo que es obligatorio según la normativa. Estas prácticas hacen que aumente la incidencia de los episodios de mal olor que afecta a los vecindarios de los alrededores. Detrás del vertedero hay muchos intereses económicos.
¿Tiene relación con otros agentes del territorio?
Nos hemos reunido con todos los responsables de la gestión del vertedero, y con los Ayuntamientos de Hostalets de Pierola, Piera y Masquefa. La respuesta es muy diferente según la institución: por ejemplo, tenemos buena relación con el Ayuntamiento de Masquefa, con el que existe buena sintonía y vemos predisposición a ayudar. Últimamente, nos hemos reunido con la Dirección General de Calidad Ambiental y Cambio Climático de la Generalidad de Cataluña, con los que estamos en trámites para que se ponga una estación móvil de medición de la calidad del aire en Masquefa. Esta instalación servirá para, inicialmente, saber qué compuestos existen en el aire. Una vez los conozcamos, buscaremos presupuesto para poner una o varias estaciones fijas para medir estos compuestos.
En este sentido, ¿qué valoración hace de la aplicación NasApp?
Hasta que no tengamos forma de caracterizar el aire de manera objetiva, conociendo sus componentes, debemos medirla de forma subjetiva, según el mal olor. De momento, NasApp es la única herramienta de la que disponemos para detectar episodios de mal olor.
Y una vez se cierre el vertedero, ¿cuáles serán los siguientes pasos?
Una vez se cierre el vertedero, seguirá generando gases y líquidos altamente contaminantes durante 50 años, por lo que deberemos vigilar que se gestionen correctamente.